La hipnosis constituye uno de los aspectos del comportamiento humano que más ha llamado la atención desde los albores de la humanidad, hasta el punto que algunos autores han llegado a identificar al ser humano como un “animal sugestionable”. Como procedimiento terapéutico, puede ser considerada como una de las técnicas más antiguas que se conocen para provocar cambios en los procesos cognitivos, psicofisiológicos y perceptuales.

sesion-hipnosisSegún la AMERICAN PSYCHOLOGICAL ASSOCIATION (División 30 -Society of Psychological Hypnosis-, 2004): “se usa un procedimiento hipnótico para fomentar y evaluar respuestas a las sugestiones. Al utilizar la hipnosis, una persona (el sujeto) es guiado por otra (el hipnotizador) para que responda a las sugestiones de cambios en la experiencia subjetiva, alteraciones en la percepción, sensación, emoción, pensamiento o conducta. Las personas pueden aprender también auto-hipnosis, que es el acto de administrar procedimientos hipnóticos a uno mismo.”

No hay que olvidar que el profesional únicamente GUIA, no controla ni impone a la persona nada. El paciente SIEMPRE tiene el control de la situación y es él quien decide seguir las instrucciones o no. Además, se puede aprender y ser administrada por la misma persona, hecho que se denomina “auto hipnosis”.

Normalmente, la hipnosis lleva consigo unos mitos e ideas erróneas, tales como: ¿me pueden hipnotizar en contra de mi voluntad? ¿Es peligrosa? Pueden forzarme a hacer cosas ridículas o peligrosas? La respuesta a todas ellas es NO.

La evidencia científica ha aportado una serie de conclusiones:

  • La hipnosis, aplicada por un profesional clínico cualificado, es un procedimiento seguro.
  • Si una persona es sugestionable no significa que sea crédula o débil.
  • La hipnosis no es un estado de sueño. Las personas que la han experimentado la describen como un estado de atención centrada en los sucesos que les va sugiriendo el profesional y depende fundamentalmente de las habilidades que tenga el paciente.
  • No existe evidencia de que alguien haya quedado “enganchado” a la hipnosis ni de que haya actuado en contra de su voluntad.
  • Bajo la hipnosis sólo tienen lugar aquellas cosas que también ocurren fuera de ella. Por tanto, el paciente no tendrá reacciones que no sean común en él.
  • La hipnosis no es una terapia, sino que es una técnica adjunta que facilita el resultado de una intervención.
  • La persona hipnotizada no revelará nada que no desee, manteniendo el control en todo momento, pudiendo mentir a voluntad.
  • La persona hipnotizada puede recordar cosas correctas e incorrectas, siendo probable que no pueda distinguir entre un recuerdo falso y uno real. Sin embargo, sí que aumenta su confianza en lo que recuerda sí es cierto, aunque no sea así.

¿En qué caso está indicado el uso de la hipnosis clínica?

  • Para el manejo del dolor.
  • Para el tratamiento de la ansiedad, el estrés, el tabaquismo, el control de peso, el insomnio y otros muchos problemas psicológicos.
  • En el caso de problemas médicos como el asma, los trastornos dermatológicos, el colon irritable, la hemofilia, las náuseas, una preparación previa a cirugía, dificultades relacionadas con la odontología, etc.
  • En niños, es probablemente eficaz en la enuresis.
  • Es prometedora en la reducción de vómitos y náuseas provocada por la quimioterapia y en la disminución del dolor en intervenciones médicas.