AÑO NUEVO, VIDA NUEVA
Aunque esta frase popular la repetimos cada año, en pocas ocasiones se hace realidad. Nos proponemos infinidad de objetivos y pocos son los que llevamos a término. Lo que sí es verdad es que el fin de año invita a que pensemos sobre lo que funcionó y lo que no. Esta reflexión puede ocasionar sentimientos encontrados, y es en este análisis donde muchas veces aparece la culpa al comprobar si hemos sido capaces o no de cumplir los objetivos que nos hicimos hace doce meses.
Tener una vida plena no se consigue con buenos propósitos a principio de año. Se trata más bien de saber a dónde ir; de viajar con nuestro mapa y nuestra brújula. De vivir con un fin en mente, independientemente del día que marque el calendario. La brújula nos va a mostrar siempre el norte, va a señalar hacia nuestras motivaciones internas, sabiéndolas diferenciar de las modas o de las metas de los demás.
Desarrollar un plan de vida que nos alegre cada mañana y que por la noche nos haga sentir satisfechos, no siempre es fácil. Para seguir el camino elegido además de la motivación es necesario un compromiso verdadero, pues toda decisión tiene un coste en tiempo y esfuerzo personal.
Las relaciones de calidad, el experimentar emociones positivas y poder desarrollar cada día tus fortalezas personales, harán que tengas una vida más plena y satisfactoria. Para ello te damos las siguientes pautas:
1.- Haz que tus propósitos no sean deseos, sino metas. Cierra los ojos y visualiza tu futuro. ¿Cómo te ves?
2.- Enfréntate al día a día con los aspectos más agradables que te hayan pasado; de los momentos negativos quédate con lo que has aprendido.
3.- Aminora la marcha, reconsidera cuáles son tus auténticas prioridades, en lugar de obstinarte en abarcarlo todo.
4.- Disfruta de las pequeñas cosas y no desperdicies la vida lamentando lo inevitable.
5.- Enfréntate a tus miedos. Sal de tu zona de confort y corre algún riesgo.
6.- Relaciónate con otras personas y disfruta de tus seres queridos: “Cura más un amigo que una pastilla”
7.- Mantente activo y haz ejercicio. Liberarás endorfinas y te encontrarás mejor. “Mens sana in corpore sano”
8.- Cuida tu alimentación. Una dieta saludable optimiza el rendimiento mental y mejora el ánimo.
9.- Sonríe, se optimista. Mira a tu alrededor y valora lo que te rodea y a los que te rodean.
10.- Involúcrate en actividades gratificantes, tus fortalezas se desarrollarán y crecerás como persona.
11.- No olvides que el mundo es como es, la vida es como es, y la gente es como es.
12.- Y por último, recuerda que en la vida cada momento es especial, saboréalo. Como dice Walter Hagen:
No corras,
No te preocupes.
Estas aquí solo de visita.
Merece la pena que te detengas
A oler las flores.
María del Mar Fernández de Motta